Con los años Karl Lagerfeld ha desarrollado un sentido de la moda como espectáculo. En sus últimos desfiles para Chanel ha convertido el Grand Palais de París en supermercado, casino o bistro. Y para la temporada Spring/Summer 2016 Chanel Airlines abrió las puertas del Airport Paris Cambon un aeropuerto donde no hay retrasos, aceptan excesos de equipaje y los sobre-cargos parecen salidos de un catálogo. Un lugar utópico por donde transitaban un grupo de viajeras muy ecléctico: elegantes mademoiselles que vestían una minimalista reinterpretación del clásico traje de tweed de la casa francesa; hip-hoperas con estampados geométricos y vaporosas telas y mujeres del futuro con enormes lentes de sol. Entre tanto desfile presentados en París con aires de arte conceptual, Karl Lagerfeld reivindica el poder que tiene la fantasia aunada a las ansias de lujo.
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