Daniela Kosan Complot Magazine

Toda la verdad sobre Daniela Kosán

29 agosto, 2015
Por: Ramón Barreto / Fotografías: Juan de los Mares

Sí, es cierto que ella es una de las mas bellas y famosas animadoras de televisión, y que  la ex chica Polar, Daniela Kosán es alta. También es cierto que es simpatiquísima, pero por sobre todo, tiene la capacidad de sacarle lo bueno a lo impensable: seguir apostando por un país que perdió la autoestima. Madre consumada, la mujer detrás de DK Store y sus fragancias, es además el motor de múltiples acciones benéficas en toda Venezuela.

daniela kosan complot magazine

Camisa: Irma Contreras
Jean : Nimrod
Anillo y pendiente: Joyería Braganza
Cinturón: Ximphoni

Afuera caminan de un lado a otro tres adolescentes altas, muy largas, vestidas por completo de negro, con la seguridad que da la belleza y que se posa prematuramente en la mirada. Mientras medio me acomodo en la sala de estar de esta casona convertida en agencia de modelaje, no dejo de preguntarme: “¿cómo se vería ella a eso de los doce años? ¿En algún momento pensó que llegaría tan lejos?”. Todos me dicen lo mismo: “Daniela Kosán es una sonrisa ambulante”.

Ella llega, con una blusa azul eléctrico que se mueve caprichosamente al andar y unos leggings que se ven mucho mejor en sus piernas que en las adolescentes del salón, hay que añadir unos diez centímetros de tacón. Qué fortuna que el portón de acceso va acorde con esta entrada digna de Miss Venezuela. Más tarde ella confesaría que le “choca que le digan que se ve muy grande”, pero su metro ochenta la sacaría de ser la última de la fila en el colegio para ponerla en “front row” de la vida. Solo fueron tres pasos hasta el beso inicial, pero con su caminar, Daniela Kosán Montcourt, nacida un 24 de febrero de 1974, ya respondió por qué las puertas se le abren solas.

Daniela es una de esas “morning persons” y a las 10 de las mañana muestra una energía impresionante. Es imposible que deje de ser la referencia de las adictas al “cardio”, la causa de los ojos rijosos de cualquier hombre y la fantasía de cualquier adolescente en pleno despertar sexual. En menos de cinco minutos ya hablábamos sobre su intrincada rutina de ejercicios, el tiempo que dedica cada mañana a revisar el Instagram, preparar a su hijo al colegio y cómo su más reciente romance tiene un rostro suave pero imponente, se trata de Gabriel Macht, mejor conocido como Harvey Specter en la serie “Suits” de Netflix. Su tiempo se divide entre las presentaciones, los lanzamientos y las actividades extracurriculares de José Andrés (5) y en seguir buscando razones para ir por la vida con una risa.

daniela kosan complot magazine

Traje de baño: OZ designs
Jeans: Nimrod
Zapatos: Tarbay
3 Collares de labios: Joyería Braganza

En retrospectiva

Cuando le preguntan por su papá no puede dejar de hablar en presente y referirse a él como una suerte de McGyver. Esto no es tan descabellado, ya que entre las múltiples profesiones que tuvo, el señor Kosán fue extra en películas. Quizá llevada por un “Electra”, Daniela argumenta que debió haber sido en realidad el protagonista. Su madre, antropóloga, sobreviviente al cáncer, motivación y soporte, la llevaba siempre consigo al Ivic y a la universidad. Así creció entre libros y con una vocación por ser útil, por aportar algo al mundo.

-Tus padres fueron muy académicos, ¿tu éxito se lo atribuyes a una formación tan rigurosa?

-Lo dices y es como si me pasara una película en segundos por los ojos. Toda la vida me ha encantado estudiar. Siempre tuve menciones honoríficas en el colegio, cargaba con ese sello de la mejor estudiante, la mejor alumna, el mejor índice académico, pero nunca se burlaron de mí como “la galla” (digo yo), era más bien la “nerd rumbera”. Ser la inteligente era una interesante manera de ser popular, al final los ayudaba a todos en sus trabajos. Eso es lo que uno ve en la casa. Mi papá asignaba un libro y luego lo discutíamos todos. Ellos se la pasaban todo el día leyendo. Siempre hablábamos de lo que habíamos vivido día a día. Mi primer libro fue “Papillon” (Henri Charrière) con sus 600 páginas, por mi interés de leerme el más gordo que había en la biblioteca. Hoy no sé si tenga esa capacidad, pero sí desarrollé la habilidad para hacer lectura rápida y quedarme con las ideas más importantes de cada cosa.

-Y tras el divorcio, ¿cómo quedó esa repartición? Se nota que tu padre ocupaba un lugar muy importante.

-Sí, además porque él tiene una historia interesantísima. Había pasado por muchas carreras, hablaba 5 idiomas, fue levantador de pesas y medía más de un metro noventa, fue marinero y trabajaba por todo el mundo en barcos, vivió plenamente su juventud. Un tío abuelo (que le escribió una carta en la caligrafía perfecta de esos tiempos) le sugirió: “Sobrino, vente a Venezuela. El mejor país del mundo: el clima, los pájaros, la primavera infinita”. Así, desde Yugoslavia, se vino a probar suerte en un país desconocido.

Llegó como invitado a la boda de su mejor amigo y ahí conoció a mi mamá. Mi papá tenía una disciplina enorme y creo era producto de la fuerza con la que había sobrevivido la Segunda Guerra Mundial. Estuvo en un paredón de fusilamiento y al último minuto los dueños del castillo en el que trabajaba intercedieron por él y su familia. En esa época los ateos también eran una amenaza. Esa fue la primera historia que escribí en el colegio. Mi papá la cuenta y se acuerda clarito de cómo no quedó nada en el pueblo más cercano luego de las bombas. Siempre recuerdo que me decía: “Estudie, que el estudio le dará los conocimientos suficientes para conseguir un buen empleo y tener una buena vida”. Lo de mi mamá también era siempre estudiar y trabajar. Me decía: “Estudia para el 20, así saques 19”. Nada era de gratis en casa y eso me enseñó a trabajar por todo lo que tengo.

Él falleció a los 56 años, cuando yo tenía 21 años. Es una lástima que no pude preguntarle más cosas o decirle: “¿Por qué no me enseñaste a hablar yugoslavo?”.

Para continuar leyendo sobre Daniela Kosán haz click aquí

Daniela-Kosan-portada-Complot

Chaqueta de jean: Nimrod
Anillo: Joyería Braganza