Fredericksburg forma parte del territorio conocido como Texas Hill Country, localizado a 65 millas al noroeste de San Antonio y a 70 millas al oeste de Austin. Esta localización privilegiada lo convierte en uno de los destinos favoritos de los habitantes de estas dos importantes ciudades del estado de Texas. Sin embargo, esta pequeña ciudad posee un encanto especial que atrae y cautiva a visitantes provenientes de todas partes del país, e incluso del extranjero.

Fredericksburg fue fundada en 1846 por un grupo de inmigrantes alemanes que vinieron a los Estados Unidos con la ilusión de formar un nuevo país. Luego de muchos contratiempos, incluida la guerra con México, este grupo de aventureros alemanes, lograron establecerse en lo que hoy se conoce como Texas Hill County. Para organizar esta colonización se fundó la Sociedad para la Protección de los Inmigrantes Alemanes en Texas. A la cabeza de este viaje se encontraba el Barón Ottfried Hans von Meusebach, un noble alemán, amplio conocedor de la diplomacia que logró negociar un sólido tratado de paz con los indios comanches en 1847 de forma de asegurar el futuro y tranquilidad del nuevo asentamiento de colonos. Tratado que fue respetado y honrado por ambas partes, lo que le garantizó a Fredericksburg su permanencia y prosperidad.

Actualmente su prosperidad económica viene dada por el incremento sostenido del turismo y de la pujante industria de vinos de la región. Aquí te recomiendo algunas actividades y lugares que debes visitar en tu próximo viaje a Fredericksburg.

Fredericksburg Main Street

El Distrito Histórico

Este asentamiento alemán en pleno centro de Texas se conserva en gran parte debido a los esfuerzos de preservar el centro histórico de la ciudad. Son 40 cuadras organizadas a ambos lados del Main Street, en las cuales se pueden observar en gran medida a los ahora restaurados edificios originales de la época. Algunos con nuevos usos, otros manteniendo su uso original, pero todos conservados impecablemente. Esto le proporciona un encanto a Fredericksburg difícil de replicar.

Cuando los colonos alemanes llegaron a esta zona, en el siglo XIX, cada familia recibió un terreno para cultivar lejos de la ciudad y un pequeño terreno en el pueblo. Las familias vivían y trabajaban en las granjas, pero venían al pueblo los fines de semana para hacer negocios y asistir a la misa del domingo. Esta práctica fue la que motivó a que el pueblo tuviera una estructura arquitectónica particular centrado en los llamados Sunday Houses. Estas pequeñas casas, usualmente de una sola habitación, servían para que la familia durmiera de sábado a domingo en el pueblo y pudiera asistir al servicio religioso del domingo en la mañana. O para que el jefe de la familia asistiera con alguno de sus hijos a vender los productos del cultivo en el pueblo.

Sunday House en el Pioneer Museum

Esta cultura del Sunday House derivó exitosamente en el actual estilo original de los Bed & Breakfast que abundan en la ciudad, convirtiéndola en uno de sus grandes atractivos turísticos, y en la mejor manera de alojarse en el Texas Hill Country.

En nuestra visita a Fredericksburg, nos alojamos en Starry’s Studio, el cual no es precisamente un Bed & Breakfast, sino un fantástico estudio de arte convertido en residencia, con todas las comodidades, color y buen gusto de una suite de arte, con una cama king, un baño con tina y ducha, una cocina, una sala de estar/comedor y un patio con ducha al aire libre. Está localizado a pocas cuadras del Distrito Histórico, y sus dueños cuidan cada detalle para que tu estadía sea memorable.

Starry’s Studio

Es indispensable recorrer el Historic District porque es una oportunidad única de ver un pueblo que no ha sido destruido por el progreso. En su esquema no caben las cadenas de tiendas o comida rápida, dentro del Distrito Histórico, lo que convierte tu visita en una experiencia única. No puedes dejar de visitar Vaudeville, localizado en el 230 East Main Street, una tienda de diseño/galería de arte/café/restaurante que fácilmente podría estar en cualquier gran ciudad por la impresionante calidad y variedad de su concepto y oferta.

A pocas cuadras se encuentra Carol Hicks Bolton Antiquités, un conjunto de tres tiendas de muebles y galerías de antiguedades muy bien curadas, con piezas muy interesantes, exhibidas de una forma impecable, en la que hasta la música y el olor han sido previamente diseñados. Eso sí no esperes conseguir baratijas, son piezas traídas de Europa, con una selección que amerita el viaje. Están situados en el 301 South Lincoln Street.

Otra tienda que vale la pena visitar es Blackchalk Home and Laundry, localizada enfrente a Carol Hicks Bolton en el 306 South Lincoln Street. Una selección de piezas para decorar muy especiales, con el comprador millenial en mente. Ocupan el espacio de una antigua lavandería industrial.

Y para los que se encuentran en la búsqueda de tener una experiencia culinaria local, Fredericksburg te ofrece una atractiva gama de locales de comida.

(los encuentras en nuestro TOUR CULINARIO INDISPENSABLE EN FREDERICKSBURG)

National Museum of the Pacific War (foto: Marc Bennett)

The National Museum of the Pacific War

Creo que todos los visitantes de Fredericksburg se hacen la misma pregunta, ¿que hace en el medio de Texas un museo para conmemorar la Guerra del Pacífico? La respuesta se halla dentro del edificio más antiguo del complejo, el Hotel Nimitz. Este edificio perteneció al abuelo del Almirante Chester Nimitz, hijo pródigo de Fredericksburg y Comandante en Jefe de la Flota del Pacífico durante la Segunda Guerra Mundial.

El National Museum of the Pacific War es un museo con una exhibición apasionante, que ocupa casi toda una cuadra entera en el Distrito Histórico, además del Pacific Combat Zone a pocas cuadras de distancia. El edifico del antiguo Hotel Nimitz está destinado a la vida y obra del Almirante Nimitz así como la historia de la ciudad. Varios patios y jardines con monumentos y esculturas nos conducen al nuevo edificio del George W. Bush Gallery, un moderno museo dedicado a la historia de la Guerra del Pacífico, que nos conduce desde el ataque a Pearl Harbor hasta la bomba atómica en Hiroshima. Es realmente impresionante, y nos permite entender una época en nuestra historia contemporánea, que ha sido muy poco difundida.

Los campos de flores salvajes en Wildseed Farms

Wildseed Farms

Nosotros tuvimos la suerte de visitar la zona durante la temporada de primavera, cuando las famosas flores silvestres de Texas están floreadas. Para poder conseguirlas solo hay que salir fuera de la ciudad y las puedes ver a los lados de las carreteras durante la temporada. Pero si quieres un verdadero espectáculo de colores, visita Wildseed Farms. Esta granja es la mas grande cultivadora de flores salvajes y venden las semillas para que puedas sembrarlas en tu jardín. Son tan especializados que tienen catalogadas las flores salvajes de acuerdo a la zona de los Estados Unidos en donde quieras plantarlas. Estas frágiles y bellas flores son un orgullo para los texanos.

Lyndon B. Johnson Ranch (foto: Cynthia Dorminey)

Lyndon B. Johnson National Historical Park

Las flores salvajes de Texas le deben mucho de su fama y cultivo a Lady Bird Johnson, la esposa del que fuera el 36º presidente de los Estados Unidos. Ambos nacidos en Texas, su esposo, el presidente Lyndon B. Johnson nació en las riberas del río Pedernales, en lo que hoy es el Lyndon B. Johnson National Historical Park. Este parque nacional comprende el rancho en el que vivió la pareja y se consideró La Casa Blanca de Texas durante su mandato, la casa en donde nació el presidente y el cementerio de la familia entre otras pequeñas edificaciones.

Air Force One Half

Sin lugar a dudas el paseo más interesante que puedes hacer es al rancho, que por deseo del finado presidente continúa siendo un rancho activo. Allí se puede ver el hangar con el avión del presidente Johnson, conocido como Air Force One Half, el interior de la casa y los establos.

Sauer-Beckmann Living History Farm

Del otro lado del río Pedernales, se encuentra el Lyndon B. Johnson State Park, un santuario de la fauna local y en donde se localiza el Sauer-Beckmann Living History Farm. Esta granja activa es una recreación de la vida de los colonos entre 1900 y 1918. Un grupo de voluntarios se visten a la usanza y llevan acabo todas las actividades propias de una granja de esa época. Cultivan, cuidan los animales, ordeñan las vacas, preparan mantequilla y queso, cocinan todos los días las tres comidas para los empleados del parque, lavan la ropa, etc. Todo de la misma manera como se hacía en el 1900. Es muy interesante ver el funcionamiento de esta granja y darse cuenta de lo simple que puede ser la vida.

Luckenbach Post Office

Luckenbach

Este pueblo en las cercanías de Fredericksburg es muy peculiar y pintoresco fue originalmente creado en 1849 como un Trading Post, que servía a colonos y comanches por igual. En 1886 abrió sus puertas el correo/almacén/cervecería con el nombre de Luckenbach. Luego se le sumaron una herrería y una escuela con lo que la comunidad se establecería cada vez mejor. Su fundador, Benno Engel la puso a la venta en 1970 y un grupo de personajes tejanos (Hondo Grouch, Guich Koock y Kathy Morgan) la compraron y le dieron una nueva vida. Hondo se autoproclamó alcalde, nombró una alguacil y envió embajadores a distintos países. El pueblo se convirtió en famoso al ser escenario de varios éxitos de la música country. Hasta el mismísimo Willie Nelson le dedicó una canción. En los años noventa se le hicieron modernizaciones a la infraestructura, lo que le permitió entrar al siglo XXI, conservando su carácter histórico. Visitarlo es un viaje en el tiempo y todavía son famosas sus fiestas en el Dance Hall. Es ideal para utilizarlo como punto de encuentro para un tour en bicicleta por los campos vecinos.

Narrow Path Winery

Texas Wine Country

Esta zona se conoce como Texas Wine Country, por la cantidad de bodegas que se concentran en el área, la mayoría a lo largo de la Ruta 290. Esta zona es la segunda en turismo de vino de los Estados Unidos, después de Napa en California. Por lo que es imperativo manejar por los alrededores y visitar algunas de las bodegas. Nosotros visitamos Narrow Path Winery, en su nueva instalación, localizada justo al lado de sus viñedos, una estructura arquitectónica muy moderna emplazada en medio de los viñedos. Luego de probar sus vinos, nos fuimos a 4.0 Cellars, quienes combinan en un anueva bodega, a tres bodegas tejanas muy reconocidas para promocionar todos sus productos. Ofrecen varios tipos de degustaciones, siendo la mas popular la que combinan vinos con chocolates locales. Naturalmente nuestra favorita.

Tasting de vino y chocolate en 4.0 Cellars

Por lo pintoresco de su arquitectura, su buena comida, y el encanto particular de su gente, Fredericksburg y el Texas Hill Country son un destino ideal para cualquier vacación.