La G House en Bruselas, Bélgica, es una increíble proeza arquitectónica en el respeto y modernización de un antiguo caserón del centro histórico. Con tres plantas, originalmente fue levantada en 1907 por los arquitectos François Kielbaey y J. L’Anvre.
La renovación corrió por cuenta del estudio de arquitectura y diseño interior de Olivier Dwek, quien sin alterar las bases de esta majestuosa locación, logró cambiar y refrescar su rostro casi por completo.
La vivienda familiar mantuvo los elementos que la convierten en un lugar majestuoso, clásico: molduras, cornisas, chimeneas y el intrincado contorno de sus ventanas.
Como ocurre con muchas obras de Olivier Dwer, en esta también se conjuga un lenguaje que habla del pasado y el presente, de tradiciones locales, vanguardia, modernidad y minimalismo.
El blanco, perfectamente mezclado con tonos grises, hace que las paredes sean otro elemento decorativo que no opaca el exquisito mobiliario escogido. Ni tampoco las obras de arte que forman parte de la colección privada del propietario.
La escalera en metal forjado, también fue preservada y en un contundente color negro, contrastata como una escultura en el interior de la casa, marcando un episodio arquitectónico y sirviendo como emblema de la tradición que impera en este edificio de principios del siglo XX.
Quién
Cuándo
2015
Dónde
Bruselas, Bélgica.
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