Luego de dos años de profundas renovaciones, Cartier, la celebrada marca sinónimo del lujo francés, nos invita nuevamente a visitar su espectacular boutique, localizada en el 13 Rue de la Paix. Tres equipos de arquitectos fueron los encargados de repensar, reinventar y rediseñar esta transformación integral del histórico edificio de seis plantas de la Maison.
El profundo trabajo de arquitectura y decoración realizado, que ha conservado algunos elementos icónicos del lugar como la fachada, los elementos históricos de los salones, los detalles decorativos como las antiguas molduras, propone una reinterpretación contemporánea de la identidad y el patrimonio de la casa. Respetando naturalmente de acuerdo a los códigos de Cartier, los más altos estándares en materia de conservación ecológica, protección del ambiente y biodiversidad.
Su estructura actual se basa en el diseño del espacio original, inaugurado en 1899, coincidiendo con la llegada de Louis Cartier al frente de la casa. La renovación del edificio responde a tres principios fundamentales para la Maison parisina, sobre los cuales trabajaron en armonía los tres equipos de arquitectos: luz, modernidad y verticalidad.
«Desde el principio, la boutique ha sido única por su vocación universal: su apertura en 1899 está asociada con la llegada de Louis Cartier al frente de la Maison y la creación del estudio de diseño», afirma Pierre Rainero, director de imagen, estilo y patrimonio de Cartier. “Como cuna de las principales tendencias estilísticas de la joyería, la boutique 13 Paix siempre ha sido una fuente de inspiración para el mundo.”
La boutique como tal ocupa las tres primeras plantas del edificio. El nivel de calle es la boutique general, en el primer piso, aparte de los salones privados la sección de compromisos y bodas y en el segundo piso la alta joyería con sus respectivos salones. El tercer piso ha sido reservado para prestar servicios a los clientes, mientras que el cuarto piso es la sede de los talleres de la alta joyería. En el piso quinto se encuentran los archivos de la casa, así como un espacio pensado como un apartamento parisino, reservado para recibir a los amigos de la casa, un lugar de recepciones, y eventos culturales, que cuenta con un jardín de invierno.
Los arquitectos Claire Bétaille y Bruno Moinard de la agencia Moinard Bétaille, que ha diseñado boutiques Cartier por más de 20 años, fueron los responsables del diseño de los primeros tres niveles. Ellos enfocaron su concepto de diseño hacia una apertura del espacio, para brindar una versión contemporánea, elegante y fluida de los espacios, respetando los códigos y la identidad de Cartier. Su diseño invita a explorar cada área del universo de la casa. Las habitaciones separadas con paneles de madera se convierten en un cálido hogar para piezas históricas, como la espada académica del artista y novelista Jean Cocteau de la Académie Française, en el salón que lleva su nombre, o la colección de libros antiguos y archivos históricos en la biblioteca del Salón Louis Cartier. Otro lugar con gran relevancia es el salón Jeanne Toussaint, directora artística de la Maison desde 1933 hasta 1970, llamada cariñosamente por Louis Cartier “ma petite panthere”.
Los arquitectos franceses Laurène Barbier Tardrew y Romain Jourdan de la agencia Studioparisien, fueron los responsables de los pisos tres, cuatro y cinco. Su trabajo conjuga una estética elegante con un diseño moderno, en el cual el juego de curvas, la paleta de tonos suaves, y el uso de materiales nobles, presta suma importancia y valoración a los códigos de diseño parisinos.
Dos ascensores que dan al atrio conducen directamente al tercer piso, que está dedicado a todos los servicios que Cartier ofrece a sus clientes: mantenimiento, reparaciones, personalización, etc.
En el cuarto piso se encuentran 18 artesanos joyeros responsables de la elaboración de la alta joyería de Cartier, quienes laboran en un ambiente de diseño muy moderno con abundante iluminación, indispensable para la realización de su misión.
Parte de la quinta planta está dedicada al “Templo de los Archivos”. Este espacio combina las exigencias de la conservación de documentos de gran valor, con unas excelentes condiciones de almacenamiento para la consulta de las personas autorizadas a acceder a él. Es notable el cuidado que tuvieron en la elección de los materiales y objetos que la decoran, como la gran cúpula de alabastro que, al atardecer, da la impresión de estar en pleno dentro del cielo de París.
Como afirman los mismos arquitectos de Studioparisien “Reinterpretando el código parisino, hemos optado por jugar, para nuestras decoraciones, con el cielo de París, las cúpulas y los techos, la iluminación de los palacios, los suelos de las galerías cubiertas y los códigos de los interiores de Haussmann, siempre respetando los fundamentos del estilo Cartier.”
En el quinto y último piso del edificio, que también alberga los Archivos, Cartier confió a Laura González la decoración de su residencia, un espacio de recepción y estancia con comedor, sala de estar, una amplia cocina, y un jardín de invierno. Los dos pequeños patios, abiertos de par en par al cielo, fueron diseñados por Bruno Moinard.
La decoración está acentuada por artesanías de alta gama, como una pintura sobre terciopelo de seda bordada con papel, obra conjunta de Laura Gonzalez, Ateliers Gohard y Lucie Touré, o las guirnaldas de ramas de vidrio sobre las paredes, obra del mosaiquista Pierre Mesguich, el mismo realizador del espléndido suelo de mosaico del pequeño jardín de invierno.
Definitivamente esta renovación del 13 Rue de la Paix, coloca una vez mas a esta dirección emblemática, en el corazón de la reconocida trinidad de la Maison Cartier, compuesta por las otras dos boutiques insignia de la casa, ubicadas en Nueva York y Londres.
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