El Palacio de Blenheim, ubicado en Woodstock, Oxfordshire, Inglaterra sirvió como telón de fondo ante el increíble desfile de la maison Dior. Los invitados a tan exclusivo encuentro debían tomar el Dior Express, un tren especialmente diseñado para transportar a lo más conspicuo del mundo del espectáculo a la elegante locación que alguna vez sirvió como residencia del Duque de Marlborough y que guarda una relación especial con la casa de moda.
De acuerdo a los comunicados de prensa, esta colección rindió homenaje al intercambio cultural y creativo que por siglos ha existido entre Francia y el Reino Unido. Especialmente en el siglo XVIII, cuando Francia cae perdidamente enamorada del estilo inglés. Lo opuesto ocurriría al entrar al siglo XX.
Los directores creativos de Dior, Lucie Meier y Serge Ruffieux, desplegaron un conjunto de estampados muy ricos en colorido, blusas blancas, tweed y pantalones corte kick flare.
En el front row estuvieron Kiernan Shipka, Kate Mara, Kate Beckinsale, Gemma Arterton, Lizzie Olsen, Emma Roberts, Alexa Chung, y The Weeknd, entre otros.
Los bolsos fueron grandes protagonistas por su versatilidad, riqueza de estilo y color. Todos son complementos must have de alta calidad.
En cuanto al maquillaje, la palabra escogida fue «drama». Peter Phillips fue el encargado de dar estilismo a la modelos y sembrar un halo de misterio y romanticismo en su mirada usando la paleta de 5 Couleurs que ya es un clásico de la belleza Dior.
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