Lisboa, capital de Portugal, parece haberse convertido en uno de los destinos capitales para los viajeros de este verano. Afortunada, o desafortunadamente, el mundo va descubriendo las maravillas que ofrece la capital lusitana. Su cultura, su arquitectura, su gastronomía y por supuesto su gente, hacen de esta ciudad un lugar inolvidable.
Y por supuesto que su oferta hotelera no se queda atrás. Entre las nuevas opciones para el que la visita, se encuentra el recién inaugurado Hotel Hotel, localizado en el centro de la ciudad, a pocos pasos de una de las mas famosas calle de Lisboa, Avenida da Liberdade, en la intersección de los barrios Restauradores-Rossio, y Bairro Alto-Príncipe Real. Una zona de edificaciones y hoteles de renombre antiguos, cafés, restaurantes, boutiques de lujo y galerías de arte. Igualmente en este lugar se encuentran dos de los funiculares mas antiguos de la ciudad, así como el club de jazz mas famoso, el cine Art Decó San Jorge, y el Jardín Botánico de Príncipe Real.
El concepto creativo de Hotel Hotel se centra en las colaboraciones entre diferentes artistas y diseñadores, los cuales han creado tanto los espacios interiores como los exteriores, llenándolo de obras de arte únicas pensadas para el espacio del hotel. El vestíbulo da paso a un patio y a una piscina al aire libre. Mientras que un piso mas abajo se ubica un espacio para yoga y relajación, y un estudio dedicado a tatuajes.
El hotel posee 36 habitaciones, y cuatro suites, tratadas como si fuera un laboratorio creativo. Pertenece a una nueva generación de hoteles concebidos con la finalidad de generar conectividad interpersonal. Es por ello que el propietario Alexandre Martins, invitó a varios artistas y diseñadores a colaborar con él en cada lugar del hotel. La fachada del edificio, fue diseñada por María Ana Vasco Costa, utilizando cerámicas hechas a mano, y colocadas de forma tal que crean un efecto de tercera dimensión, reflejando la luz con tonalidades azules y verdes. El concepto del edificio fue dirigido por el estudio de diseño Pedrita, quienes crearon una paleta de colores cálida con acentos del uso de vegetación natural en todos los espacios.
La obra de los artistas locales se encuentra desplegada en cada rincón del hotel, desde el lobby y demás áreas comunes, hasta las escaleras, y las habitaciones.
En la planta baja del hotel se localiza el restaurante Animal, de cocina de estación y aprovechamiento. Tiene un área interna, y una al aire libre en el patio del hotel. Allí se mantuvo la estructura de acero del techo original del edificio, y las paredes son jardines verticales con plantas provenientes del Jardín Botánico Príncipe Real.
Definitivamente alojarse en este hotel resulta toda una experiencia inmersiva en la cultura de Lisboa.
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