El pasado 11 de febrero tuvimos el placer de asistir a la esperada reinauguración del complejo de cines Cinépolis Luxury Cinemas, de Coconut Grove, en Miami, que consta de 14 salas de cine, dotadas con 648 butacas que están distribuidas en un área de 51,731 pies cuadrados.

El concepto de lujo que impregna este proyecto convierte una ida al cine en una experiencia multisensorial y duradera.  Ir a ver una película en estas salas le crea el espectador la sensación de estar volando en la primera clase de un vuelo intercontinental. Es un lujo multinivel construido a partir de numerosos detalles especiales y opciones. Desde la posibilidad de efectuar tu reserva online de los asientos al momento de comprar las entradas, al disfrute de las películas con una imagen en alta definición y un sonido de alta fidelidad, lo que suavemente invita al espectador a un acto de dejarse conducir por los vericuetos de la trama, de un modo inmersivo en el que se pierde la distancia entre espectador y pantalla.

La sala ofrece la posibilidad de disfrutar de un servicio de bebidas, incluidas cerveza y vino, y un menú variado de entradas, platos principales y postres, que se puede ver y seleccionar escaneando el código QR localizado en el posa brazos de la butaca, al lado del espectador. Cuando uno mira, en rigor cuando uno disfruta, de este modo, una película en estas salas, la sensación, y la memoria que registramos de ella, es una experiencia mucho mas compleja y fascinante,  que el estimulo audiovisual  o lo atractivo del material cinematográfico. Estas salas le ofrecen al espectador un retorno glorioso—refrescado, multisensorial, y enriquecido con alta tecnología—, a la era en que ir al cine constituía una actividad cultural y de entretenimiento que se esperaba con antelación durante días, y que dejaba un recuerdo duradero de la felicidad que producía.

Gracias a este tipo de experiencias, se van creando memorias, que van a permanecer y hacernos volver por mas para poder disfrutar con familia, amigos, o en plan romántico.