Este acogedor hotel en la provincia argentina de Salta es el campo base perfecto para conocer una de las regiones mas hermosas del país austral. Con el paisaje desértico de Puna al este, la selva subtropical al oeste la ciudad de Salta es el epicentro de toda esa belleza.
Aunque está al norte la génesis de Kkala empezó al sur. En Neuquén, la Patagonía, el fin del mundo. Ahí se conocieron Alejandra Terrado de Feroglio y Fernanda Aguilar. Iban acompañando a sus esposos que estaban destinadios a esa región por la milicia. Tras años de amistad, en una conversación como cualquiera un día cualquiera, Alejandra le contó a Fernanda que su sueño era construir un hotel donde los huéspedes se sintieran como en casa. A Fernanda le pareció una idea fenomenal pero le sugirió que antes de emprenderla conociera su tierra natal: Salta. Le contó cuán hermosa era, el respecto y la humildad ante la madre tierra de su gente y sobre la diversidad de paisajes que iba a encontrar.
Alejandra viajó y poco tiempo después estaban buscando un lugar donde construir un hotel que funcionara como una casa. Y así se vive Kkala, como un hogar.
Cada piedra con la que esta construido este fue tallada en el picapedrero de Calizaya. Cada una tiene una tonalidad diferente y ese amor por lo manual y el detalle es la pauta que rige cada uno de los rincones de este hotel. Puertas hechas con cardón y roble, los picaportes que combinan astas de vaca con alpaca, desayunos caseros servidos en la habitación, artesanías de la región primorosamente escogidas para dar la sensación de estar dentro de un hogar salteño.
Con sólo seis habitaciones, cada una de ellas bautizadas con los destinos de visita obligada en Salta, este hotel es el campo de base perfecto para conocer uno de los destinos mas hermosos de América del Sur.
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