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Maison Heler: El hotel-poema de Philippe Starck en el cielo de Metz

5 junio, 2025
Por: Team Complot

Una mansión del siglo XIX flota sobre un edificio monolítico en el cielo de Metz, Francia. No es un espejismo ni una instalación temporal de arte. Es Maison Heler, el nuevo hotel diseñado por Philippe Starck, una construcción que une fantasía, memoria y hospitalidad en un gesto tan literario como arquitectónico.

Ubicado en el vibrante distrito del Anfiteatro, junto al Centre Pompidou-Metz, este hotel forma parte de la Curio Collection by Hilton y despliega 104 habitaciones y suites, dos restaurantes, dos bares, y múltiples espacios para eventos. Pero reducir Maison Heler a cifras sería negarle su verdadera naturaleza: la de una obra surrealista habitable.

El concepto nace de una novela imaginaria escrita por el propio Starck: La Vie Minutieuse de Manfred Heler, un relato protagonizado por un inventor solitario y poético, que un día ve su casa —con todo y jardín— elevarse por los aires. Esa es la imagen fundacional del hotel: una residencia lorena del siglo XIX que corona un edificio moderno, como si el tiempo y la gravedad hubieran cedido ante el poder de la imaginación.

En su interior, cada espacio da vida a este personaje ficticio. La Cuisine de Rose, una brasserie romántica y luminosa, está dedicada al amor ideal de Manfred. Servida en vajilla rosa, la cocina es local, estacional y delicada, como un poema comestible. En el noveno piso, La Maison de Manfred retoma el espíritu de las comidas familiares y ofrece vistas panorámicas de Metz —la catedral, el Fort Queuleu, el Pompidou— mientras vitrales diseñados por Ara Starck tiñen la sala con luz e historia.

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Las habitaciones, distribuidas entre el segundo y el octavo piso, combinan sobriedad con elegancia. Mármol, superficies de hormigón expuesto, algodón blanco y espejos corredizos componen una estética casi espartana, donde cada material expresa su carácter. Pequeños objetos, citas escondidas y juegos visuales invitan a descubrir los secretos de la mente de Manfred.

Pero Maison Heler no es solo diseño ni solo narrativa. Es también una oda a la capacidad humana de inventar mundos, aunque sean imposibles. Como los objetos absurdos y poéticos de Jacques Carelman, que aparecen en vitrinas del hotel como guiño al espíritu libre del proyecto.

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Philippe Starck

Philippe Starck lo resume así: “Maison Heler es un juego sobre raíces desarraigadas. Un manifiesto artístico, histórico y futurista, donde la casa flotante no rompe con el pasado, sino que lo lleva con ella hacia el cielo”.