Dominique Ansel revolucionó el universo pastelero en el año 2012 cuando parió en su cocina un engendro demoniaco: el cronut. Ese híbrido entre el croissant y la donut volvió locos a todos los adictos al azúcar del mundo. Rapidamente en una obsesión al punto que se subastaban por e-bay.
Formado en las cocinas del gran chef francés Daniel Boulud, este pastelero nacido en Francia, es un amante de lo apetitoso y lo sabroso. De sus invenciones, bien podría decirse que siguen los pensamientos del gran gastrónomo galo Jean Anthelme Brillat-Savarin, quien pensaba que mucha más felicidad traía a la humanidad el advenimiento de un nuevo plato de comida que el descubrimiento de una nueva estrella. Como prueba están los hermanos menores del cronut: el frozen s’more: un marshmallow relleno de helado de vainilla, el shot cookie una extra apetitosa galleta como extraída de los cuentos infantiles y el DKA, una especie de croissant caramelizado.
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Con ese historial, el Instagram de Dominique Ansel no podía ser otra cosa, sino una deliciosa colección de imagenes que le rinden tributo a la comida, al mundo sin dietas, al goce de comer, una invitación constante a disfrutar de nuestro paladar.
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