Si buscas un brunch de Domingo diferente en Miami, y te gusta la comida Argentina, entonces te va encantar esta nueva propuesta del Chef Francis Mallmann en su Restaurante Los Fuegos, del Faena Hotel Miami Beach. Un hotel que ha dado de qué hablar tanto en Miami como en otras partes del mundo, luego de que Alan Faena inugurara durante Art Basel Miami Beach 2015, el Faena Universe, comenzando con su Faena Hotel en la ciudad de Miami Beach, como universo paralelo al de su celebrado hermano, Faena Hotel Buenos Aires, Argentina.
Quien ha visitado ese hermoso país, sabe que comer bien es una obligación en la nación sureña. Es algo así como natural, que viene en su ADN, el argentino sabe de cocina. Quizás se trata de un fenómeno de una buena mezcla de razas, etnias y culturas, una rica historia de inmigrantes a esa tierra maravillosa, fértil, ancha y generosa como la patria misma de los libertadores San Martín y Güemes. Y menciono a este último, no solamente porque llevo orgulloso en mi sangre la herencia de mi tío tatarabuelo, el general Martín Miguel de Güemes, sino porque en Salta, la tierra de mi padre Juan Carlos Dávalos, de mi ilustre abuelo Juan Carlos Dávalos Patrón-Costas y de mis antepasados, siempre ha prevalecido la tradición de comerse un rico asado los domingos en familia, junto a un maravilloso Malbec o un Torrontés de Colomé, los viñedos que fundara el tatarabuelo paterno de mi padre, Don Nicolás Severo de Isasi Isasmendi, último Gobernador del Rey de España en Salta, irónicamente derrocado por la guerra gaucha libertadora liderizada por Güemes.
Así pues que esta tradición muy argentina, de comer asado los domingos, la llevo yo en mi memoria imaginaria de niño, comiendo en la estancia familiar con mi abuelo, Juan Carlos Dávalos, Don Sanca. Una memoria que hoy rescata para todos los amantes de esta fantástica tradición culinaria, el chef Mallmann en Los Fuegos, en ese oasis de fantasía y ensueño llamado Faena Hotel. La única diferencia que existe entre aquel asado familiar con olor a campo y familia, a leña, a yerba, a cuentos y a zamba; es ese toque de exquisito refinamiento que le otorga esta nueva versión playera.
Bajo un magnífico toldo rojo (como todo en el mundo Faena) nos acomodamos ese domingo de fin de primavera en la elegante mesa dispuesta en la terraza del restaurante para nosotros los primeros elegidos en probar este nuevo menú.
Vamos bebiendo una mimosa en cálida charla con nuestros amigos Julio Gallo y Terry Zarikian, mientras que Pedro Maal, nos llama a sentarnos. La ceremonia del Sunday Asado va a dar inicio. La elegante carta sobre cada plato anuncia en su primera página interna con una frase de Frederich Nietzsche, lo que nos espera. “You must be ready to burn yourself in your own flame; how could you rise anew if you have not first become ashes” que traduce algo así como “debes estar preparado para arder en tu propia llama; cómo te levantarás nuevo, sino te has convertido primero en cenizas” de su famoso libro “Así hablaba Zarathustra”.
Una experiencia extraordinaria ¿cercana a lo celestial o a lo infernal? Lo vamos a descubrir ahora. Nos sirven un vino rosado muy frío para amortiguar el calor del mediodía, a su lado llegan las empanadas argentinas, como bajadas del cielo pero horneadas al calor del infierno, en un horno de leña. Sencillamente deliciosas. Aunque no soy amante de la carne, y mis amigos lo saben, debo probar estas, porque saben a gloria. Saben a mi infancia, son auténticas. Por allí en cada mordisco se asoma una intención de escaparse de esa carne cortada a mano. Y la salsita que lo acompaña Llajua es el complemento perfecto. No necesitas más para dar inicio al festín dominguero. Luego se supone que cada comensal seleccione un plato de entrada, un principal, un acompañante antes de los postres. No obstante, nosotros, los elegidos hemos sido destinados a probarlo todo, o mejor dicho casi todo. Recuerden no como carne roja, aunque haya hecho una excepción en la empanada.
Y comienza la bacanal con la pink grapefruit salad con toronja rosada, aguacate, arugula, queso parmesano reggiano y avellanas tostadas. Una entrada que me la quise quedar toda para mí lógicamente. La provoleta parrillera, un delicioso queso provolone argentino derretido a la parrilla, con orégano y aceite de oliva extra virgen. Un éxito rotundo!!! El famoso y reconocido choripán con chorizo argentino en pan artesanal. Ideal para valientes y fabuloso para fanáticos. Y por último los sweetbreads a la parrilla, con chimichurri y limón. Se imaginan que los platos pasaban de un lado a otro de la mesa hasta agotarse la existencia. Y es que cuando uno se sienta en una mesa como la nuestra, aún sintiendo poco apetito y observando con mucho escrutinio la comida, ella te va seduciendo, y terminas comiéndote todo. Y esto lo sabe Francis Mallmann y por supuesto lo adivina nuestro anfitrión Alan Faena, cuando pregunta si nos gusta la idea del asado. Creo que intuye la respuesta, los platos no mienten.
Y llegan a la mesa como en un show de teatro los platos fuertes en un impresionante grill de cobre, en donde descansan apetecibles y calientes el lechoncito, el ojo de bife, la entraña de ternera, el salmón salvaje, el pollo a la brasa, y el chorizo y la morcilla. A su lado en platillos, las guarniciones de acompañantes: la polenta crujiente; la ensalada de heirloom tomato con stracciatella de búfala y albahaca; la ensalada de papas con huevo y aceite de oliva; y los vegetales grillados: calabacines, cebollas y berenjenas. Y es tal cual como si se desatara una carrera del hombre contra su presa. La parte animal de todos sale a relucir en las miradas, el gesto de cada bocado atrapado en la boca, el cuchillo cortando las carnes, el vino en las copas, la alegría del banquete como centro focal. La sonrisa al terminar. Parece haber terminado el festín. Más vino y agua, la temperatura bajó hace rato, pero el calor de la mesa es otro. Proviene de esta fiesta, de esta mesa que nos reúne en domingo a celebrar. El asado es una excusa maravillosa.
Pero nos equivocamos, el festín continúa. Llegan los postres: las panqueques de dulce de leche, nuevamente nos saben a Cielo, si algún día lo prueban por favor ruego me confirmen si estoy en lo cierto o no. La nemesis de chocolate, pecaminosa pero luego del dulce de leche, ya nada mas importa. Y queda tranquila y refrescante una opción ligera de ensalada de toronja con granita. Para este momento no queda mas que aceptarnos en toda nuestra dimensión humana. Y damos fin al conflicto existencial con el que se inició el Sunday Asado. Nos volvemos cenizas. Pero antes, ordenamos un café pequeño y una menta natural. Arriban muy pronto con otro refinamiento inesperado y hermoso. Un gesto pequeño pero gigante, una bandeja de petit fours, cierra con elegancia una comida inolvidable.
Si esa tarde nos convertimos en cenizas, polvo u otra cosa, no lo podemos revelar aquí. Debes ir tu mismo a descubrir y vivir esta experiencia, única en Miami Beach. Eso sí no vayas jamás solo, invita a tu familia, a tu novia, a tu amigo, a tu pareja, a tu esposa, a tu suegra, y sino tienes, alquila o renta un grupo de amigos para la ocasión, esto lo vale.
Sunday Asado Restaurante Los Fuegos / Hotel Faena Miami Beach
Precio: $75 por persona sin tax ni propina / $25 endless Mimosas o Bloody Mary’s
Dirección: 3201 Collins Avenue, Miami Beach, Fl 33140
Teléfono: +1 786 655 5600
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